La estatua de mármol que Miguel Ángel modeló hace 500 años sigue resquebrajándose por las vibraciones que provocan el tráfico y el millón de personas que cada año admiran la figura en la Academia de Florencia. A pesar de las múltiples operaciones de restauración a las que ha sido sometida la obra, todas las fisuras que en su momento fueron cubiertas con estuco han vuelto a abrirse, según informó al diario Corriere della Sera un miembro del equipo de especialistas que desde hace años estudia su estabilidad.
El ingeniero Antonio Borri alertó de que las fisuras pueden provocar una fractura mayor y pidió que la obra estuviera aislada de las vibraciones. Sin embargo, fuentes de la Academia de Florencia aseguraron que el estado de la obra no es ni mucho menos alarmante.
El ingeniero Antonio Borri alertó de que las fisuras pueden provocar una fractura mayor y pidió que la obra estuviera aislada de las vibraciones. Sin embargo, fuentes de la Academia de Florencia aseguraron que el estado de la obra no es ni mucho menos alarmante.
(Fuente: El Periodico)
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