Ayer el D’A cumplía
su cuarta jornada y lo disfrutamos repartiéndonos dos películas, mientras yo
asistía a ver la portuguesa Sangue do meu sangue (2011) de João Canijo y Dani disfrutó de Life Without Principle del gran Johnnie
To.
Sangue do meu sangue
Márcia es madre soltera de dos hijos, trabaja
como cocinera y comparte su casa en un barrio periférico de Lisboa con su
hermana, Ivete, peluquera en un centro comercial. Un día, Cláudia, su hija, que
estudia enfermería y trabaja como cajera en un supermercado, le cuenta que se
ha enamorado de un hombre casado mayor que ella. Un apasionado relato familiar
con todo el espíritu de los grandes melodramas.
João Canijo, el director de la película, que
estuvo presentándola antes de empezar, dijo algo que le viene como anillo al
dedo, “puede que la película si o puede que no, pero los actores están
esplendidos ya que se trabajo con ellos durante dos años”. Justo esa es la
sensación que te queda tras su visionado, la película ni fu ni fa pero las
actores están perfectos, todos y cada uno de ellos. El problema con la historia
es que es demasiado melodramática de domingo por la tarde, no deja ni un
espacio para un toque de comedia que rompiera un poco el tono de trascendencia
y eso al durar casi dos horas y media se paga, demasiado rato sufriendo. En el
tema actoral lo dicho, se notan esos dos años preparando los papeles, cosa
normal teniendo en cuenta que la película es básicamente un plano secuencia tras
otro donde tienen larguísimos diálogos que recitar. La sensación global es esa,
un dramón pero increíblemente interpretado.
Nota: 5,5/10
Life Without Principle
En una gran compañía de banca tiene su pequeño
despacho Teresa, que se dedica a la consultoría para todo tipo de clientes. El
insaciable ansia de beneficios de la empresa la obliga a recomendar a los
poseedores de pequeñas fortunas que depositen sus ahorros en inversiones de
riesgo a sabiendas de que no es lo más adecuado para sus intereses. Buzzard es
un delincuente de poca monta, aunque capaz de ejecutar actos de violencia,
relacionado con las tríadas. Con el objetivo de ayudar a un amigo envuelto en
problemas con la justicia, planeará robar a uno de los clientes de Teresa.
Cheung Jin Fong, por su parte, es un honrado inspector de policía de clase
media cuya pareja le conmina a adquirir una lujosa vivienda para compartirla
con él. Además, su padre, moribundo, desea que se haga cargo de una hermanastra
a la que ni siquiera conoce. Un botín de cinco millones de dólares limpios
irrumpirá en sus vidas y los situará frente a complejos dilemas morales.
Ya convertida en la penúltima película de
Johnnie To, Life Without a Principle, se vale de la crisis económica para
construir un thriller bien hilvanado marca de la casa. Protagonizado por tres
personajes, cuyas respectivas historias confluyen, una empleada de banco, un
gangster de poca monta y un policía, la película critica de manera clara y
sencilla el funcionamiento de los bancos y carga su tinta contra ellos. No es
una película de denuncia en si ni mucho menos, pero si que viéndola se carga
uno de razones para afirmar que son los ladrones (legales) más grandes que hay
sueltos. El reparto, como es habitual está lleno de nombres Milkyway (aunque se
echa de menos a Lam Suet) como Richie Ren, Cheung Siu-Fai o Lau Ching-Wan, una
vez más estupendo, aquí además con un personaje complicado a causa de un tic
ocular, dejando una sensación de realidad muy marcada. En general, una más que
interesante película de uno de los mejores directores de Hong Kong y que pese a
no ser tan buena como otras anteriores, el nombre Johnnie To te da cierta
sensación y calidad. Y es que nos ha malacostumbrado tanto que pasan estas
cosas.
Nota: 7/10
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