Tercera jornada del
D’A 2012 donde pudimos disfrutar de dos películas, la interesante L’apollonide
(2011) del francés Bertrand Bonello y la irregular L (2012) de Babis Makridis.
L’apollonide
Tiene por telón de fondo el alba del siglo XX
y por único decorado un lupanar en París, en el que un hombre desfigura el
rostro de una prostituta. La cicatriz resultante dibuja en su cara una sonrisa
trágica que la marcará de por vida.
La nueva película de uno de los enfants
terribles de Francia, Bertrand Bonello, es una precisa descripción del un
burdel en la transición del siglo XIX al XX. Perfecta en todos sus apartados
técnicos, ya sea en lo visual o la planificación de escenas, todas ellas (menos
una) dentro de un mismo espacio, como por las excelentes interpretaciones de
todo su reparto. Pero tras ese perfecto acabado nos encontramos ante el punto
débil de la película, le falta tensión a la historia, todo el film esta basado
en pequeñas situaciones cotidianas y en una resultona descripción de personajes
pero le faltan puntos de tensión, que los tiene, pero no suficientes para
mantener el interés necesario para sus dos horas de metraje. Aún así una
propuesta muy interesante, que te sumerge un mundo y una época donde la
prostitución era algo más que solo sexo.
Nota: 6,5/10
L
Un hombre que vive en su automóvil queda
atrapado en un guerra no declarada entre los motociclistas y conductores de
automóviles.
Antes de empezar me gustaría hacer una
pregunta al aire, ¿Por qué cuando en un país con una filmografía menos activa
de lo aconsejable funciona algo a nivel de festivales luego salen clones por
todos lados? Eso es la sensación que te queda tras ver L, escrita por el
co-guionista de las películas de Giorgios Lanthimos (Canino y Alps). Justo a
este último, que con Canino marco un nuevo estilo de crítica social escondida
tras situaciones y diálogos lo más absurdos posibles, es al que me refiero, y
Babis Makridis simplemente se ha dedicado a copiar la formula para garantizarse
el apoyo inconcidinal del público intelectual de los festivales, tan ávidos de
cosas “nuevas y raras”. Sobre la película pues irregular es la palabra que la
describe, ya que tiene un comienzo muy bueno, con situaciones y diálogos
absurdos pero muy graciosos pero tras ese prometedor arranque luego se vuelve,
repetitiva y con menos ingenio y situaciones mucho más simples, solo con
pequeños picos donde recupera un poco su nivel. Una lástima que con un comienzo
tan destacable al final acabe haciéndose pesada, sobre todo cuando ya alarga
las situaciones y los silencios más de la cuenta.
Nota 5/10
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