Un esqueleto completo y con conexión anatómica de un tapir de 3,5 millones de años, único en Europa en su género y antigüedad, es el hallazgo más significativo de la campaña de excavación llevada a cabo en el yacimiento del Camp del Ninots, en Caldes de Malavella (Selva).
El tapir, un mamífero de tamaño medio y aspecto primitivo, pertenece a la orden de los perisodáctilos, que incluye a los caballos y los rinocerontes, y actualmente se encuentra solo en zonas selváticas húmedas de Suramérica y Asia.
A pesar de que se conocen restos aislados de este animal en Italia central y en otros puntos del continente, el que se ha encontrado en Caldes de Malavella es el único esqueleto completo conocido en Europa, según fuentes del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES), que ha dirigido la excavación.
Desaparecido de la zona a principios del pleistoceno, probablemente como resultado del cambio climático, este animal es lofodonto, es decir, tiene cuatro dedos en la mano y tres en el pie, y sus características indican que no es un corredor, según han explicado Bruno Gómez y Gerard Campeny, codirectores de la excavación.
El animal comía fruta y hojas, claros indicadores del tipo de ambiente que había en esta zona de Girona en la antigüedad: clima subtropical con espacios de bosque, según han apuntado las citadas fuentes.
Además de este esqueleto, durante esta campaña de excavación se han localizado gran cantidad de tortugas acuáticas en un nivel de conservación "excelente", ya que en algún caso se ha podido incluso conservar el cráneo, y se han recuperado también hasta cinco tortugas de la especie mauremys leprosa.
En el Camp dels Ninots también son "muy abundantes" los restos de microfauna, que consisten en "gran cantidad de restos de anfibios, reptiles y peces", algunos de ellos enteros y en conexión anatómica, según los investigadores. Por otra parte, es la primera vez que en esta excavación se localizan restos de troncos de árbol.
Junto con los troncos de árbol, se han recuperado también gran cantidad de hojas y frutos, que "serán de gran ayuda para conocer el clima del pasado", han destacado las fuentes del IPHES.
Por todo ello la campaña de excavación del 2008 en el Camp dels Ninots ha sido una de la más importantes realizadas hasta ahora. "Se ha localizado un nivel paleontológico y paleobotánico riquísimo que permite conocer cómo era el clima, el paisaje y cuáles eran las especies animales hace tres millones y medio de años", han asegurado los codirectores de la excavación.
El tapir, un mamífero de tamaño medio y aspecto primitivo, pertenece a la orden de los perisodáctilos, que incluye a los caballos y los rinocerontes, y actualmente se encuentra solo en zonas selváticas húmedas de Suramérica y Asia.
A pesar de que se conocen restos aislados de este animal en Italia central y en otros puntos del continente, el que se ha encontrado en Caldes de Malavella es el único esqueleto completo conocido en Europa, según fuentes del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES), que ha dirigido la excavación.
Desaparecido de la zona a principios del pleistoceno, probablemente como resultado del cambio climático, este animal es lofodonto, es decir, tiene cuatro dedos en la mano y tres en el pie, y sus características indican que no es un corredor, según han explicado Bruno Gómez y Gerard Campeny, codirectores de la excavación.
El animal comía fruta y hojas, claros indicadores del tipo de ambiente que había en esta zona de Girona en la antigüedad: clima subtropical con espacios de bosque, según han apuntado las citadas fuentes.
Además de este esqueleto, durante esta campaña de excavación se han localizado gran cantidad de tortugas acuáticas en un nivel de conservación "excelente", ya que en algún caso se ha podido incluso conservar el cráneo, y se han recuperado también hasta cinco tortugas de la especie mauremys leprosa.
En el Camp dels Ninots también son "muy abundantes" los restos de microfauna, que consisten en "gran cantidad de restos de anfibios, reptiles y peces", algunos de ellos enteros y en conexión anatómica, según los investigadores. Por otra parte, es la primera vez que en esta excavación se localizan restos de troncos de árbol.
Junto con los troncos de árbol, se han recuperado también gran cantidad de hojas y frutos, que "serán de gran ayuda para conocer el clima del pasado", han destacado las fuentes del IPHES.
Por todo ello la campaña de excavación del 2008 en el Camp dels Ninots ha sido una de la más importantes realizadas hasta ahora. "Se ha localizado un nivel paleontológico y paleobotánico riquísimo que permite conocer cómo era el clima, el paisaje y cuáles eran las especies animales hace tres millones y medio de años", han asegurado los codirectores de la excavación.
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